La paz

miércoles, 16 de abril de 2008

Te miro reestablecerte la paz. No es fácil. Obvio.
Hay tropezones y escarmientos. Días para la papelera de reciclaje.
Tu corazón bandera para un país horizonte.

Yo también tropiezo.
Con otras piedras. No escarmiento.
Vuelvo a ser yo,
un disfraz de uno mismo pegado a la piel.
Sin espacio.
Con poco remiendo.

Me sale una voz fea,
feamente mía,
quiero decir.

La mesa de negociaciones tiene una pata coja.
Pido perdón en la plaza del pueblo.

Mal disfrazado de yo mismo.

9 comentarios:

laura dijo...

'un corazón bandera para un país horizonte' cuanta enjundia condensada, hoy HACE FALTA SER VALIENTE PARA HABLAR DE ESTO,O PARA ESCRIBIR (QUE ES PEOR O MEJOR)PORQUE NO SE LO SUELE LLEVAR EL VIENTO

Jon Doe dijo...

Me alegra doblemente que te gustara justo esa frase, primero porque te gustara sin más, segundo porque en esa frase me veía caminando por el borde de la cursilería con un pie y el otro fuera... Parece que me quedé en el lado bueno. Bufff.

Peor que permanecer, las palabras escritas tienen vida propia, cierta entidad ajena a uno, hablan lo que quieren a según quién... Y está bien que sea así.

Enjundia es una palabra grande. Me hace sentir chiquito :)

Marta dijo...

Yo también tropiezo.
Con otras piedras. No escarmiento.


Con otras piedras, con la misma piedra y no solo dos veces a veces hasta 997 o 998... En el fondo algo se escarmienta.

Me gusta el escrito, es humano, como tropezar.

El final, me encantó y tu bandera no me parece cursi.

Están vivas las letras, que vivan tus letras.

Un abrazo sin fronteras.(me quedo un poco ONG)

laura dijo...

la frase em cuestióm es algo beneditiana no?( no sé si me he inventado un palabro o 'me se entiende')
chiquitos somos, todos valientes no

p.d. tus comentarios llegan por dupilcado

Jon Doe dijo...

Alma: sí, algo sí se escarmienta, pero en cuanto la piedra ya no tiene el peso, el color, la textura exactos a la última piedra tropezada, dirigimos nuestro pie directamente al hueco entre suelo y piedra. Y miramos a otro lado para asegurar la caída.

Estoy de acuerdo, el arte ha de ser humano, sino no es arte ni es nada. Una nada inmensa para adoradores de ombligos.

G r a c i a s. Con todas las letras, vivas, por supuesto.

Un abrazo como salvoconducto, santo y seña. Y bandera (pelín cursi ;)

Laura: "beneditiana" tiene pinta de señor palabro, pero "te se entiende perfestamente" ;) No lo sé, no era la intención, pero desde luego he leído mucho a Benedetti y muchas pero muchas veces me hubiera dado con un canto en los dientes por firmar la mitad de lo escrito por él. Para mí es un gigante.

P.D. Veré qué hago mal para que se me dupliquen los comentarios... :W

Beatrice dijo...

Ayer tuve una mañana en la que el concepto "tolerancia a la frustración" me visitó recurrentemente y hoy aparece tu blog y leo tu bello escrito. Has otorgado mucha coherencia a mi biografía ja ja ja. Me ha gustado mucho. Un placer.

Jon Doe dijo...

Beatrice, muchas gracias. Tolerancia a la frustración duele solo de leerlo. No sé que decirte... Ánimo, carajo!!!!

Beatrice dijo...

Gracias Jon Doe, pero no te creas, para mí la elaboración de ese concepto implica paz interior y camino hacia lo humanamente fructífero. Claro que sólo si se peca de narcisista. Y lo siento. Estos comentarios míos sí que rayan lo cursi y diría más, lo rancio, (que es peor). ¡MUSAS, A MÍ!
Enhorabuena por tu blog.
Saludos a todos.

Jon Doe dijo...

Creo que no nos entendimos bien... igualmente, gracias y bienvenida.